Cómo ser más paciente
Descubre por qué tienes tanta prisa. Tendemos a ser menos pacientes cuando estamos haciendo varias tareas al mismo tiempo o cuando tenemos una agenda muy apretada, esperando a que el día pase en tan solo unos minutos de ajetreo y caos.
Si te estas exigiendo demasiado, deberías de reconsiderar tu lista de cosas por hacer antes de intentar cambiar tu reacción natural ante las situaciones abrumadoras.
Supera los ataques de impaciencia. En el largo plazo, el desarrollo de la paciencia requiere un cambio en la actitud hacia la vida, pero puedes progresar inmediatamente aprendiendo a relajarte cuando te sientas impaciente. Respira profundo e intenta despejar tu mente. Concéntrate en tu respiración y podrás volver a tus casillas.
Deja que las cosas pasen si realmente no puedes hacer nada con los motivos que desatan tu impaciencia. Si no puedes hacer nada para resolver lo que te provocó la impaciencia, simplemente deja que las cosas pasen. Es más fácil decirlo que hacerlo, sí, pero es posible y es la única cosa sana que puedes hacer.
Recuerda lo que realmente importa. Concéntrate en que lo que importa en esta vida provoca. Mueve al mundo hacia la paz, sé amable, generoso y perdona a los demás, sé agradecido por lo que es y aprovecha al máximo lo que más importa. Cuando otras cosas menos importantes te provoquen impaciencia, tómate el tiempo de recordar cualquier cosa que reduzca la tendencia de querer algo diferente en este justo momento.